Muñoz Fajardo, Ricardo / Escritor
El 11 de marzo del año 2004, se produce el peor atentado terrorista de la historia de España, que produce 193 muertos. A pesar de las primeras informaciones del gobierno que hablan que la matanza es obra de la organización terrorista ETA, los hechos demuestran que la autorÃa corresponde a un comando yihadista en venganza por la intervención española en las guerras de Irak y Afganistán.
Una posible consecuencia de este dato es que el partido de la derecha española, favorito en las encuestas por un estrecho margen, pierde las elecciones, que gana la formación de centro-izquierda que siempre compite con la otra por obtener el favor de los españolas en las urnas. Una derrota muy mal digerida, que tal vez no se hubiese producido si el gobierno en funciones hubiese dicho la verdad sobre quién eran los asesinos desde el mismo momento en que las pruebas empezaban a señalarlos.
Pero, ¿era una mentira lo que afirmaba el ejecutivo? Por supuesto que sÃ, pero habÃa que tapar aquel embuste de la mejor manera posible, que al final resultó ser inventándose una teorÃa de la conspiración, basada en falsedades, rumores, odios, noticias inventadas e insultos y descalificaciones sobre las personas que intervinieron en la investigación. Entre ellas estaba el comisario de Puente de Vallecas, donde apareció la mochila sin explotar que dio las últimas pistas que condujo hasta la autorÃa islamista. ¡Qué desgracia tuvo ser él y no otro! Porque fue machacado por los conspiranóicos, que incluso llegaron a afirmar que la mochila la habÃa colocado él y que era uno de los responsables de la colocación de las bombas en los trenes. La persecución contra su persona le afectó a él y su familia, tanto que Magdalena, su esposa, acabó suicidándose.
La novela trata de todas las artimañas que usó la prensa, la radio y algunas televisiones para encarnizar la persecución a los que nunca creyeron en conspiraciones, sino en la verdad, y en la investigación de la inspectora LucÃa Blázquez y su compañero, en Manuel Moreno, si el suicidio de Magdalena fue un suicidio y las trampas de la caverna, no solo mediática, para inducir a la ceguera a algunos españoles.