Quiénes somos

¿Libreamos…? es el proyecto que hemos desarrollado enfocado en atender al cliente final. Con más de veinte años de experiencia, ¿Libreamos…? ha logrado un catálogo muy extenso con libros en más de trescientos idiomas procedentes de todas partes del mundo. Somos expertas en libros raros y en idiomas extraños, pero también podemos traer bajo demanda libros europeos o norteamericanos. Y por supuesto, tenemos un variado fondo de libros castellanos y demás idiomas nacionales, que estamos constantemente ampliando, además de poder también traer bajo demanda libros de editoriales españolas que no aparezcan reseñados en la web.


Nuestra dilatada trayectoria se ha basado principalmente en nuestro especial mimo al cliente. Sabemos que los libros son puertas para otros mundos, que deben ser bien elegidos y bien deseados. Es por ello que ponemos toda nuestra atención en lograr que el libro llegue en mejores condiciones posibles, a tiempo, y ponemos todos nuestros medios para que os hagáis con el ejemplar que deseáis.


Aquí os presentamos al equipo:

Bárbara García Huertas, madrileña de toda la vida, está muy feliz en este trabajo porque le pagan por hacer a lo que jugaba de pequeña: crear fichas de libros. Sus autores favoritos son Tolkien, Louisa May Alcott, Jane Austen y en sí casi cualquier novela decimonónica que caiga en sus manos. Será vuestra guía en esta web, pues es la persona detrás del chat y el correo electrónico. Frase literaria favorita: Namárië! Nai hiruvalye Valimar. Nai elye hiruva. Namárië!

 

Javier Muñoz Martín va a ser el encargado de que todos vuestros paquetes lleguen en perfectas condiciones. Es nuestro empaquetador número 1. Sobre él, camina por Madrid desde hace unas cuantas décadas, aún en busca de estandarte. Libreando afirma que, al margen de best-seller o lecturas más restringidas, quien hace grande a un autor son los que leen. Entre géneros, a quien más admira es a aquellos que hacen ciencia-ficción, pues es la literatura en su máxima expresión. La vida sin el condimento de la ficción no puede explicar su cruda reaildad.

¡La imaginación al poder!