Muñoz Fajardo, Ricardo / Escritor
Año 1935, quinto de la República. Un sádico asesino en serie siembra el pánico en Madrid. Aunque no es un pavor del que no se han de preocupar todos los madrileños, porque el homicida parece tener un patrón a la hora de elegir a sus vÃctimas, todas están vinculadas al Partido Republicano Radical, la formación que lleva gobernando el paÃs desde 1934, cuando fue la segunda polÃtica más votada, tras la derechista y no republicana Confederación Española de Derechas Autónomas, la CEDA, que es quién dirige el paÃs desde la sombra, porque sin su apoyo no habrÃa gobierno posible.
Lerroux es un republicano de toda la vida, muy caricaturizada desde siempre, que por fin ha conseguido el objetivo que perseguÃa toda la vida, el acceso al poder. Lo que solo sus crÃticos suponÃan, que el mando iba a ser sinónimo de corrupción. Una serie de escándalos se suceden que implican a los radicales, lo que desestabiliza a todo el paÃs.
Los vaivenes continuos que está sufriendo la República preocupa a todos, la violencia no ha bajado el volumen desde la Revolución de Octubre del año 1934, los diferentes bandos parecen haber asumido que este es el único medio para llegar a sus fines, fenómeno que se agravará durante el año 1936.
Los crÃmenes guineanos se desarrolla en este trasfondo, pero no hay que olvidar que, como todas las novelas de esta serie, PolicÃas de la República, la trama es esencialmente policiaca, en la que los inspectores Sebastián Jiménez y Práxedes Roca, junto con el guardia Fernando Guilabert y la ayuda de los policÃas de otras comisarÃas que no son la suya desentrañarán la causa de los crÃmenes y la identidad del asesino múltiple.