Torrijos, Carlos / Escritor
La inmensidad del universo nos muestra un infinito con nuestra gran luna en primer plano.
Primera luna llena de primavera, donde la puerta de la luz se abre en todo su esplendor para acoger en su seno a los llegados exultantes de paz.
Kawamo, dividido entre el bien y el mal, abandonó su preciado tesoro dejando como legado su esplendor verde, como color de referencia.
Un joven aprendiz fue el encargado de recuperar su luz y devolverla al claustro de maestros.
Alhaba, encargado de una misión imposible de cumplir, aprovecha todo su potencial como hombre para lograr una sociedad menos cruel. El color verde marcará en él la incertidumbre, la lÃnea que nunca deberá cruzar, la tentación con la que vivir sin poderla besar.
Alynka se enfrenta al dilema de conseguir lo que nadie fue capaz de realizar reconvertir una humanidad deshumanizada, restaurar el equilibrio entre la naturaleza desolada y los seres sin luz.
En pocas primeras lunas llenas de primavera, la luz se ve abocada a las tinieblas perpetuas, los seres especiales diluidos en la oscuridad y milenio de transición olvidados para siempre.