González Tejera, Francisco / Escritor
La excelente labor de Francisco González Tejera en Fragmentos de Rebelión, a través de la realización de un conjunto de entrevistas a diferentes personas de las Islas Canarias, constituye un valioso ejercicio de recopilación de recuerdos, enfatizando la importancia del testimonio como fuente documental para la investigación de la historia de la represión franquista. La transmisión de esos recuerdos contribuirá a la construcción de una memoria de lo sucedido, pues la memoria no es otra cosa que una imagen contemporánea del pasado, la transmisión de unos hechos del pasado en el tiempo actual.
La configuración de la memoria como manifestación colectiva puede construirse desde diferentes ámbitos y sectores de la sociedad. No necesariamente debe entenderse como una polÃtica y gestión exclusiva desde las instituciones o los órganos de poder. Pero en el caso de que asà sea, de ninguna manera, están legitimados para cambiar o manipular el pasado, su función es destacar lo que se considera esencial o ejemplar, lo que ha sido olvidado con intención o sin ella a lo largo del tiempo, en contraposición a lo que se considera reprobable, o falseado, y debe hacerlo con ponderación y el consenso necesario.
Está en nuestras manos, las de los ciudadanos de a pie, el rico tejido asociativo, los centros de estudio y de cultura, historiadores, escritores, intelectuales, la sociedad en general, aportar ideas y experiencias para crear dinámicas que favorezcan la ejecución de proyectos de transmisión del pasado de forma transversal, sin limitación cronológica ni metodológica, y que nos permitan reflexionar y trabajar para hacer accesible esas memorias tan necesarias para la salud de la sociedad y florecimiento de la verdad.
Mi experiencia durante casi tres décadas ejerciendo como técnica especialista en el Ayuntamiento de Barcelona, en proyectos relacionados con la gestión y recuperación de documentos y la historia local, la dinamización cultural, la memoria y los fenómenos conmemorativos y su expresión en el espacio público, me hacen decantarme por un modelo memorialista basado en la diversidad de acción, en la colaboración entre lo público y lo privado, lo individual y lo colectivo, la ciencia y la creación, sin olvidar que el éxito y la calidad de las acciones y actividades deben tener siempre como pilares el estudio y la investigación, además de una difusión adecuada para llegar a todos los rincones de la sociedad.
Porque la memoria como fuente de información y de formación es multicolor, es diversa, es multidisciplinar, es infinita. La obra de Francisco González Tejera asà lo demuestra.