Minou, Andriana / Escritor
Terrallá: un lugar sin coordenadas geográficas ni lÃmites temporales. Terrallá no tiene
Historia, con hache mayúscula. Es un mundo repleto de historias que esperan
pacientemente a que yo las sueñe. Anoto algunas de ellas, cuando despierto, y asà se
convierten en textos, imágenes y sonidos, fragmentos de un universo que no estoy segura
de que exista indefectiblemente, oculto en alguna parte, en lo profundo de mi mente; o de
que me lo vaya inventando mientras lo vivo en cada una de mis visitas. O, incluso, no estoy
segura de que, finalmente, Terrallá me visite cuando le dé por ahà y, mientras me arroja
al interior de sus densas historias, de que me reinvente ella a mÃ. Cada fragmento de
este libro es una «pelÃcula» microscópica, primitiva. Los relatos de Terrallá no son pelÃculas
normales, porque cada vez que regreso de allà e intento describir mis aventuras,
compruebo que algo falta, que algo se me escapa o, mejor dicho, que hay algo que no puede
recordarse exactamente tal y como lo experimenté. Quizá porque todos los relatos de
Terrallá tienen lugar exclusivamente en mi mente y cuando intento representarlos por
medio de imágenes en movimiento aquà fuera, en el mundo real, entran en declive, se
marchitan, parecen falsos. Parece como si lo defectuoso fuera un fragmento suyo,
irrompible. Por eso pensé que serÃa más sincero no dejar fuera de esta «mixtionÃrica»,
precisamente, lo defectuoso, que acompaña a los sueños cuando nos hemos ya despertado.
Por tanto, cada relato se compone de un texto, una imagen y un paisaje sonoro, dentro de
los cuales el lector puede construir y experimentar en su mente su propia versión de
Terrallá. Y luego sentir que se escapan tal y como se nos escapan los sueños, de forma
melancólica, pero también con una promesa: que siempre habrá un lugar secreto donde
podemos, en cualquier momento, reinventar nuestro propio ser.