Lagioia, Nicola / Escritor
Giuseppe tiene el pelo rojo, granos y una reserva inagotable de dinero en su billetera. Vincenzo, por otro lado, es guapo y moreno, como cualquier antagonista que se precie. El tercer amigo es el que cuenta: el ojo inquieto que registra con cáustica precisión milimétrica el vértigo de sus quince años, la larga inercia del bachillerato, el precipicio hacia la edad adulta. Estamos en Bari, y estamos en los años ochenta. La era de las ideologÃas ha sido asesinada, las calles están llenas de optimismo, las televisiones comerciales están rediseñando el mapa de los deseos, "algo muy parecido a la locura meteorológica recorre la economÃa de nuestro pequeño paÃs". El tiempo es veloz, arremolinado, iluminado por el resplandor no del todo apagado de los muchos ahorros incinerados. Pero debajo de esas cenizas hay otro dinero ardiendo con el deseo de pasar de mano en mano. Sin embargo, a medida que los tres niños pasan por la vida, queda claro que las cosas no son tan simples. A pesar de sus hogares cada vez más lujosos, a pesar del ascenso de sus padres (un empresario obsesionado con la escalada social, un prÃncipe del foro, un exmecánico polifacético que pidió dinero prestado a las personas equivocadas), a pesar de su madres -o madrastras- que usan tacones frente a las ventanas, el radar de sus ojos adolescentes registra vibraciones inesperadas.