Rodríguez, Pablo / Escritor
Maté al único chico que me quería.
Los caminos de Compostela venían devorados
y donde no se veían los ojos de los animales
que pedían bajarse del carruaje.
Craveille un coitelo en el pecho y agochei su cuerpo.
Todo esto en la noche más oscura.
El que encuentre su cuerpo, que me lo envíe
porque yo arreglo todo esto así como arreglo los demás.
Tan sólo para escribir un poema.