Casimiro, Gisela / Escritor
El título del primer libro de Gisela Casimiro anticipa la melancolía de los poemas, en los que conviven el desgaste del cuerpo, la destrucción de las relaciones, la muerte, la distancia, la pérdida. Sin embargo, incluso estas destrucciones parecen sufrir el poder de la erosión, porque después de leer no es su sabor lo que queda, sino el de la curación y las lucecitas que nos llevan a la reconfiguración y al redescubrimiento del bienestar. Son pequeñas recetas de supervivencia que nos comparte Gisela: la ironía, la esperanza, la mermelada de tomate de su madre, las pecas en la piel de alguien o la relación íntima con lo que la trasciende.
Estos poemas son testigos de movimientos físicos y emocionales, son el pasaje que la palabra abre de la herida a la cicatriz, porque entre muchas otras cosas el poema es el verbo salvar.
Por tanto, diré que esta erosión es sobre todo la promesa de una forma futura.
André Weaver
La luz se filtra por la
fuerte curva de tu barbilla: el
otoño es tan preciso.