Kafka, Franz / Escritor
Traducir Kafka es una tarea extremadamente difÃcil y esencial. Muy difÃcil porque la sencillez del léxico, la sencillez de las palabras tomadas una a una, contrasta absurdamente con el carácter enigmático que genera su combinación, ese "¿a qué te refieres?" que nos acecha a medida que avanzamos en una escritura que, entrelazada por el silencio y el vacÃo, nunca renuncia a la fidelidad a la lógica. Es interesante notar que nuestro desconcierto y el impulso de descifrar que lo acompaña son en sà mismos el contenido central de la ficción de Kafka. Por tanto, es fundamental traducir Kafka; los diversos intentos de acomodar su lengua al portugués no son meros ejercicios de sinonimia o elección de palabras, sino, de hecho, interpretaciones, propuestas para desvelar una obra que parece negarse a ser idéntica a sà misma. Para decirlo de otra manera, y de manera un tanto paradójica, las traducciones, necesariamente dispares y divergentes, contribuyen a la configuración del texto original, que se manifiesta y se despliega en ellas. (Nótese que desde esta perspectiva es más interesante hablar portugués que alemán.) En los Aforismos de Zürau, este estado de cosas alcanza su máximo grado y la composición fragmentaria parece desdeñar la continuidad del significado, tanto en cada aforismo
como en su sintaxis, en el encadenamiento de uno a otro. Como bien señala Tomaz Amorim en la introducción, se trata de una obra dotada de un Ãmpetu teológico, pero que de ninguna manera socava su valor para la preocupación laica por la interpretación. De hecho, el mÃstico aquà coincide con el misterio de lo moderno, y el deseo religioso de un mundo reconciliado no es tan diferente del impulso revolucionario por un mundo completamente diferente. De todo ello surge el mérito de esta valiente traducción de Tomaz Amorim. El dominio del alemán del traductor, la opción por una edición bilingüe, el cuidado gráfico, que no aprieta las palabras, pero les da amplios espacios en blanco, todo esto contribuye a la aclimatación de Kafka a la lusofonÃa, tanto tropical como portuguesa. proceso que nunca será orgánico o libre de grietas,