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23 DIC

Ichi-go ichi-e

Uno de los idiomas más estudiados en nuestro país es, sin lugar a dudas, el Japonés.
Ichi-go ichi-e

Uno de los idiomas más estudiados en nuestro país es, sin lugar a dudas, el Japonés. La lengua japonesa despierta mucho interés sobre todo en las nuevas generaciones, muy fascinadas por el mundo del anime y del manga. Los orígenes de este idioma hablado por casi 130 millones de personas no son muy conocidos, ya que los primeros textos extensos no surgen hasta el siglo VIII. Sin embargo, hay una evidente influencia del Chino por lo que a vocabulario y escritura se refiere: aparte de sus alfabetos hiragana y katakana, el Nihongo (así se llama el Japonés en su propia lengua), utiliza también los ideogramas chinos, llamados kanji, para expresar conceptos. Todo esto hace de la lengua japonesa un idioma muy interesante, no solo bajo un punto de vista lingüístico, sino también cultural. En muchas culturas e idiomas hay palabras o expresiones únicas para cuya traducción no basta con una palabra, sino que se necesita toda una frase explicativa, y la cultura japonesa, con su tradición ancestral, es sin duda una de ellas. Existen en japonés palabras y frases que, más allá de su traducción literal, expresan sensaciones, sentimientos, cuando no verdaderos conceptos filosóficos. Hoy queremos centrarnos en una de ellas. 

¿Ichi-go ichi-e?.

Literalmente se traduce con “Una vida, un encuentro”. Es una frase que se relaciona a menudo con la ceremonia del té, y como tal, representa en sí misma un concepto muy propio de la cultura y tradición japonesa. Su significado más profundo está directamente conectado con el concepto de la transitoriedad de la vida, según la óptica budista. Esta frase fija la acción en un momento preciso, exactamente en el ahora: nunca más existirá otro momento cómo este. Lo cual implica que hay que disfrutar completamente de lo que se tiene delante, de lo que se está haciendo, de lo que se siente en ese preciso instante, ya que esas situaciones, esas sensaciones, ese momento, no volverán a repetirse.  

En el origen de la frase parecen estar los guerreros Samurái. Se dice que los Samurái tomaban el té juntos, la noche antes de la batalla.  Era un momento cargado de simbolismo: no todos sobrevivirán a la batalla, y nunca más volverán a compartir ese momento juntos. Ichi-go ichi-e es una celebración de la vida a través de su fugacidad. De allí que, en la cultura japonesa, la ceremonia del té esté cargada de tanta simbología. Hay que vivir el presente y disfrutarlo tal y cómo es. Las preocupaciones, lo mundano, lo prescindible, las prisas… todo esto está lejos, no existe en el momento presente, cuando la mente y los sentidos están enfocados en apreciar la belleza a través de los ojos, de los sonidos y de los sabores.  

¡Ichi-go ichi-e!

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