Gagliarde, Graziana / Escritor
El mago se volvió hacia los niños y dijo: "Lo disfrutamos inmensamente y para mostrarles mi gratitud, tengo algo aquà para ustedes". Y de su cilindro mágico sacó un globo para cada niño, con el que cada uno pudo regresar a casa sano y salvo. "Siempre les estaré agradecido, amigos, y nunca olvidaré lo que han hecho por mÃ". "Vuelve a vernos", dijo la princesa. Los niños se abrazaron y, después de despedirse, fueron nuevamente arrastrados por el viento que los devolvió a sus seres queridos. Era la luna la que le habÃa contado el suceso al viento y al sol. Y el viento, secretamente enamorado de la luna, habÃa decidido ayudarla.