Nori, Paolo / Escritor
Todo comienza con "Crimen y castigo", una novela que Paolo Nori leyó de niño: es una iniciación y, al mismo tiempo, una aventura. El hallazgo es violento a su manera: esa novela, publicada ciento doce años antes, a tres mil kilómetros de distancia, abre una herida que no deja de sangrar. "TodavÃa estoy sangrando. ¿Por qué?" se pregunta Paolo Nori, y su respuesta es igual de sangrienta, de hecho es una novela que habla de un hombre que nunca ha dejado de encontrarse tan confundido como expuesto sin piedad a su tiempo. Si por un lado Nori reconstruye los acontecimientos capitales de la vida de Fyodor M. Dostoievski, por otro deja aflorar lo que, casi fraternalmente, Dostoievski le deja contar de sà mismo. Por esa proximidad se hace la convivencia con el escritor que más que ningún otro nos pide que quememos la distancia entre lo nuestro y su experiencia de existir. Ingeniero sin vocación, genio precoz de las letras, nuevo Gogol', aspirante a revolucionario, condenado a muerte, confinado en Siberia, ciudadano perplejo de la "ciudad más abstracta y premeditada del globo", jugador incapaz y desesperado, esposo enamorado, padre en incredulidad ("¡Tengan hijos! No hay mayor felicidad en el mundo", es él quien lo escribe), torpe, calvo, un poco jorobado, viejo desde joven, enfermo, confundido, contradictorio, desesperado, ridÃculo, tan parecido a nosotros. Cuánto nos llama, parece preguntar Paolo Nori, cuánto nos llama para sentir su proximidad que desarma, su estar ferozmente solo, su deslumbrante singularidad? ¿Cuánto nos llama a reconocer dónde sigue sangrando su herida?