Kessler, Maya / Escritor
“Dame un cigarrillo.” Mi mano no alcanza su paquete.
"lo que quieras."
Lo miro y le digo con toda seriedad: "CuÃdame".
Me da uno y se lleva la mano al corazón, sonriendo. Apenas intercambiamos una palabra y ya siento que voy a abalanzarme sobre este hombre y tirar de él hacia mà hasta que grite, me ruegue que me vaya, y aun asà no lo dejaré ir. Ante mis ojos, los hipócritas desgarran la carne expuesta del cadáver. Su mirada permanece en mà y la sonrisa también sigue allÃ, colmillos que giran ligeramente hacia adentro y trepan sobre los siguientes dientes en lÃnea. Esta boca es tan hermosa para mÃ.
"¿Y bien?" Estoy impaciente.
"¿qué?"
"¿Qué me estás diciendo?"
"¿Qué te estoy diciendo?" Hace una pausa por un momento y doy un paso atrás, "No escuches a Amos. No vengas a trabajar para mÃ.
"Bien" Acerqué el cenicero a mÃ, "¿Por qué dices eso?"
"¿Por qué crees que estoy diciendo eso?"
"Porque probablemente tengas algo personal contra mÃ. O para mÃ.
Me mira, "Muy cierto".
"Me conocÃas hace tres minutos".
"Tuve suficiente."
"despreciable."
Se permite sonreÃr de nuevo, "No tienes idea".
Ser Noa es comprender rápidamente que este hombre ahora le está diciendo algo importante. Él le dice que existe la posibilidad de que se esté enfrentando a lo que estaba buscando. Ella entiende que hay un precio y está dispuesta a pagarlo y va con él: al baño, a viajar, a departamentos polvorientos. Ella quiere conquistar y tomar y saquear todo lo que se puede obtener de su cuerpo y mente, quitar cada capa entre ellos hasta llegar al resultado final, hasta que sepa que esta vez encontró a alguien lo suficientemente fuerte como para estar frente a él. Noa.
Rosenfeld es una novela inmersiva, salvaje y personal sobre una relación construida sobre tierra arrasada. Kessler tomó la jugosidad y la desesperación de la realidad, y cuando elaboró ??un libro a partir de ellas, creó un compuesto rico, lleno de humor y doblemente complejo.