Ruotolo, Elisa / Escritor
En un sur de Italia que todavÃa es arcaico por momentos, una niña intenta crecer a pesar de un ambiente familiar sofocante, donde cada gesto y cada palabra se miden sin piedad con el juicio social; donde la alegrÃa, el deseo, el conocimiento de uno mismo y del propio cuerpo son lugares prohibidos. El nido protector se convierte en un nudo, uno de los más difÃciles de desatar. “La familia era esto: un compartir de lo privado, un defecto de autonomÃa, un continuo cuestionamiento del otro, un apoyo que se convirtió en una carga”. La única excepción es la abuela materna, de quien la nieta siente que ha heredado la "sangre salvaje", un deseo clandestino de romper ataduras y desobedecer.Este impulso se encarna para ella en Nicla, su compañera de escuela, quien ha sido tan libre e instintiva desde que era niña que no tiene miedo de ir con los chicos. La educación que engancha el cuerpo, el miedo al deseo y la vergüenza de la insuficiencia, por el contrario, frenan a la protagonista, que solo se funde en sus fantasÃas o libros. Tanto es asà que la encontramos a los cuarenta y dos años todavÃa sin experiencia en sà misma y en los hombres, todavÃa virgen. Su pequeñez es similar a la de un bonsái que se mantiene en su lugar mediante cortes y ataduras. Tiene trabajo y ha abandonado el dialecto del que viene cuando conoce a un hombre que pone la mano en el nudo más apretado. “Siempre habÃa pensado que para mà todo se podÃa resolver en el recinto de una habitación o en los afectos en los que nacÃ, pero ahora Andrea me mostró que también habÃa más”. Se trata de confiar
Elisa Ruotolo escribe páginas memorables, crudas y a la vez sensuales, alimentadas por una fuerza poética que sigue resonando en el lector con la naturalidad e intensidad de las intuiciones más verdaderas.
Y no hay nada que dure más de lo que nos hemos estado perdiendo.