Foucault, Michel / Escritor
Su obra, entre filosofÃa, historia y literatura, es difÃcil de ubicar. Las disciplinas tradicionales luchan por contenerlo. Su cátedra en el Collège de France se tituló "Historia de los sistemas de pensamiento". Él mismo nunca dejó de releer a Kant, Nietzsche, Heidegger, pero cita menos los clásicos de la filosofÃa que oscuros tratados, reglamentos o manuales conservados en archivos, reinos de historiadores. Historiadores "profesionales" de su tiempo Foucault también comparte la ambición: abrir la historia a nuevos objetos. Queda que estos son muchos temas filosóficos que renuevan sus "historias" (de locura, sexualidad), sus "arqueologÃas" (ciencias humanas, conocimiento), sus relatos de "nacimiento" (de la clÃnica, desde la cárcel). "Y en vano digo que no soy un filósofo, si da igual la verdad que me concierne, sin embargo soy un filósofo". Filósofo "a pesar de todo", Foucault inventó una nueva forma de hacer filosofÃa. No añadió otra piedra al edificio compartimentado del pensamiento: derribando los tabiques, trastornó su arquitectura. Hizo que las disciplinas fueran comunicativas. Algunos especialistas no han dejado de culparlo. ¿Y la literatura? Sus libros son eruditos. Dan testimonio de una asombrosa erudición. TodavÃa es necesario dar forma a la falta de forma del archivo. Las citas, la malla de referencias, la puesta en escena de episodios históricos, todo, con Foucault, se desdobla, expuesta en una escritura a la vez barroca y rigurosa, austera y espléndida, desproporcionada y clásica. En la biblioteca, se siente llevado por las palabras de los demás. Su intensidad nutre su escritura. "La lectura se prolonga, se refuerza, se reactiva con la escritura, la escritura que también es un ejercicio, también un elemento de meditación". El material de los historiadores y el horizonte trazado por los filósofos se complementan para él con un requisito literario aprendido de Flaubert, Blanchot, Beckett. Llamarlo "estilista" serÃa reduccionista. Foucault, que se hacÃa llamar artesano, es escritor. Además de una selección de textos breves, artÃculos, prefacios o conferencias, esta edición reúne todos sus libros personales. Su influencia es inmensa. Pero su reunión no pretende formar una autobiografÃa intelectual. "No quiero nada que pueda parecer que estoy juntando lo que he hecho en una especie de unidad que me caracteriza y justifica". Veamos más bien en él lo que dijo Foucault de Histoire de la folie en 1975: "VeÃa este libro como una especie de aliento verdaderamente material, y sigo soñándolo asÃ, una especie de aliento que revienta puertas y puertas. Ventanas. ..