Saint Exupéry, Consuelo de / Escritor
«Más tarde, supe que la flor era yo, una flor muy orgullosa, como dice en El Principito». Memorias de la rosa nos traslada al universo de El principito, el libro francés más leÃdo y traducido de todos los tiempos. Una de las voces de esa obra quiso contarnos su historia. La rosa del cuento, Consuelo, nos describe el mosaico de su vida al lado del reconocido autor. La narración atraviesa a Antoine de Saint-Exupéry como esposo, piloto y escritor, a quien presenta como un hombre ambicioso, ávido de aventuras, un Caballero Volante, un escritor frustrado y un genio devorado por el personaje que forjará su fama. Consuelo, que consideraba los textos de «su Tonio» creaciones conjuntas, será apartada injustamente del relato. Una flor, inmovilizada por sus raÃces, ha de quedarse quieta, esperando. Pero ¿qué suponen esas esperas en la vida de una mujer apasionada, inquieta y con anhelos? Un tormento. Un dolor lacerante que marcará su vida como una condena inevitable. Estas memorias contienen el grito honesto y desesperado de una autora condenada al olvido; la otra cara de la moneda representada en esa flor que también debÃa esperar el regreso de su prÃncipe. Las memorias de Consuelo contienen la historia de alguien que amó y vivió apasionadamente una relación que le causarÃa terribles pesares. Y es el testimonio de una mujer que vio sus capacidades artÃsticas diluirse en pro de las del hombre con quien compartÃa su vida. Los pétalos de esa rosa cayeron hace tiempo. Aquà están sus espinas.