Hall-Van den Elsen, Catherine / Escritor
Luisa Roldán desarrolló sus habilidades en el taller de su padre, uno de los escultores más importantes de Sevilla, rodeada de esculturas de tamaño natural que representaban la pasión de Cristo, asà como de imágenes de la Virgen MarÃa y los santos. Después de pasar la mitad de su vida profesional en AndalucÃa, abandonó el cÃrculo paterno y se trasladó a Madrid con su esposo y sus dos hijos. En la corte, la familia encontró un entorno económico incierto y un mercado muy diferente, con escasa demanda de las esculturas en madera con las que estaba acostumbrada a trabajar en AndalucÃa. Luisa, que fue escultora de cámara de Carlos II y Felipe V, y al menos de un mecenas privado, demostró su capacidad para entender el ambiente religioso y social de Madrid. En la capital produjo el tipo de obras en madera con las que habÃa ganado fama en AndalucÃa y afianzó su prestigio con esculturas innovadoras en terracota. La historia de Luisa Roldán se ha rastreado dentro de la tradición historiográfica, a menudo sin tener en cuenta los desafÃos a los que se enfrentaba en su vida cotidiana.