Lorenzo, Chicho / Escritor
Seguramente, antes de conseguir tu primera moto, pasaste años soñando con esa sensación de libertad: recorriendo rutas inolvidables en compañÃa de tus amigos y disfrutando del placer de fluir por curvas perfectas.
Todos los que sentimos pasión por las motos ansiamos el dÃa en que podamos disfrutar de esas experiencias. Pero a veces la realidad es diferente. Lo descubres cuando, al fin, subes a tu propia moto y comienzas a rodar.
Te das cuenta de que, al llegar a las curvas, te falta confianza; no te sientes seguro al manejar entre otros vehÃculos y, muchas veces, vas tenso, con el temor de que algo inesperado suceda y pierdas el control. Ese miedo, que no te deja disfrutar como habÃas imaginado, tiene su razón de ser.
Los motoristas formamos parte de uno de los grupos más vulnerables en la vÃa pública (junto con ciclistas y peatones), un colectivo que representa el 49% de los accidentes fatales, según estudios de organismos internacionales. Y la mayorÃa de nosotros somos muy conscientes de ese riesgo.